viernes, 27 de febrero de 2009

Qué poca madre!!!!

Desde que nacemos siempre hay una persona que nos cuida, nos alimenta, nos cambia el pañal, nos baña, nos hecha talquito, nos pone ropita mona para que la gente nos mire y diga "qué lindo bebito", pero sobre todo, nos quiere. Esta persona es nuestra madre, linda, bella, hermosa como ella, ninguna.
Todo esto pensamos mientras vamos creciendo, desde los 0 años de edad hasta más o menos los 8 a 10 años. Pero cuando empezamos a entrar a la pubertad y luego a la adolescencia, como que todo lo que está arriba escrito ya queda en un 2do plano; pues nosotros nos vamos preocupando más por nuestras propias cosas, nuestra vida diaria, el quehacer de nosotros, etc, etc. Y como que a veces no escuchamos cuando nuestra madre nos dice "hazme caso", pero no textualmente, sino cuando nos aconseja con esa sabiduría y confianza que en un primer momento no la vemos, porque de plano estamos ciegos y sólo nos evocamos a nuestra vida, a actuar con rebeldía sobre el famoso "qué dirán" y decir "me vale madre!"
Pero ocurre que después de un largo tiempo, cuando ya vemos que estamos "hasta el cuello" vamos recordando cada palabra de "Mamá" y queremos retroceder en el tiempo (ches!!! imposible!!!!), lastimosamente ya no se puede; y qué nos queda por hacer??? Seguir con nuestra vida tal y como nosotros la hemos construído??? Tratar de enmendar errores "escuchando ahora sí a mamá"????
Cuando ya nos lleva la fregada, nos lleva; ¡Qué poca madre! Ya fuímos, ya lo hicimos, la regamos. Pero siempre tu vieja, tu jefa, tu mamita querida, tu MADRE va a estar contigo, no te va a abandonar porque así seas lo que seas vas a seguir siendo siempre su hijo; como ese méndigo dicho "Madre sólo hay una".
Bajo mi experiencia personal, qué bueno es parecerme a mi madre! Pero en el aspecto físico únicamente, porque en el carácter no somos nada parecidos, aunque cuando estamos conversando o peleando sacamos a relucir ciertos aspectos de nosotros mismos en el cual podemos tener un total acuerdo o un gran y tremendo desacuerdo, pero al final, creo que nos entendemos.
Pucha, con mi vieja es buena la relación que llevo; con todas las cosas que han pasado en mi vida es bueno tenerla a mi lado, porque si necesito a alguien que me "granputee" prefiero que sea ella, y si necesito a alguien que se le infle el pecho por lo orgullosa que pueda estar, también prefiero que sea ella.
Con esto no quiero decir que me muero y desvivo por mi madre; pero no voy a negar que todo lo que soy, la manera de pensar, los sueños, anhelos y convicciones se los debo a ella. De que la amo, la amo; y de que a veces no nos entendamos no es causal suficiente para sentir lo contrario.
El día que sienta eso, definitivamente murió parte de mí.

1 comentario:

  1. Tienes absolutamente toda la razón...reaccionamos cuando metimos las cuatro y es tarde...me lo dices a mi,ja!

    ResponderEliminar